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viernes, 15 de mayo de 2015

LA ORINA REVELA NUESTRO NIVEL DE HIDRATACIÓN


A veces restamos importancia a nuestra hidratación, sin embargo, algunas molestias que padecemos continuamente pueden estar ligadas a una deficiente e inadecuada reposición de líquidos y sales corporales. Una forma de detectar problemas con nuestra ingesta de agua es a través de la orina.

Cuando no padecemos enfermedades relacionadas con los riñones o la vejiga, el color de nuestra orina, puede indicar si estamos tomando la cantidad de agua y sales minerales que nuestro organismo necesita. Por ejemplo:
Si tu orina es totalmente transparente o un poco de color significa que tienes un nivel óptimo de hidratación.
Si tu orina tiene una tonalidad amarilla clara, debes tomar un poco más de agua.
Si el color de tu orina es un amarillo intenso y tiene un olor penetrante, quiere decir que no estás nada hidratado, por lo que es necesario que aumentes tu ingesta de agua. En algunos casos, esta tonalidad se presenta cuando has bebido o ingerido algo que está pintando tu orina.
Mejora la función del organismo con la hidratación
Cuando el nivel de hidratación está muy bajo en nuestro organismo, se reduce la capacidad de concentración, aparecen los trastornos digestivos como inflamación intestinal y estreñimiento; así como problemas en los riñones, retención de las impurezas del metabolismo, calambres, sensación de fatiga y menor rendimiento físico.

Además, la mala hidratación altera la imagen física porque disminuye el brillo en los ojos, los labios se parte, se reseca la boca y la piel, se quiebran las uñas y el cabello. Por ello, es necesario hidratarnos correctamente, tomando en cuenta factores como la edad, género, enfermedades, actividades físicas y clima del lugar donde habitamos.

En términos generales, se deberían de beber todos los días un promedio de dos y medio a tres litros de líquidos, es decir, entre agua natural y de sabor, sopas, cremas, entre otros; siempre cuidando que los fluidos que se ingieren contengan las cantidades correctas de sodio, potasio, cloruros y sulfatos. Y tú, ¿llevas una adecuada hidratación?